(27 de octubre) En un día como hoy pero de 2004, los Medias Rojas de Boston ganan la Serie Mundial por primera vez desde 1918, venciendo 3-0 en el cuarto partido a los Cardenales de St. Louis; rompiendo así la llamada “Maldición del Bambino”, y 86 años de sequía.
Desde que el entonces dueño del equipo -y productor de Broadway-, Harry Frazee, vendiera al gran Babe Ruth a los Yankees en 1920 -transacción por la que recibió 125 mil dólares y un préstamo de 300 mil, que utilizó para pagar el Fenway Park y producir la obra musical “No, No, Nannette”- los Red Sox habían sido incapaces de ganar la Serie Mundial. La afición decía que el equipo estaba maldito.
Antes de 1920, los Medias Rojas habían ganado 5 campeonatos, y los Yankees ninguno, pero tras la venta de Ruth, Boston pareció secarse, mientras que Nueva York ganó 26 veces el título desde 1920.
Pero la suerte de los Sox cambió en 2004. Tras ir abajo tres juegos a cero ante sus odiados rivales en la Serie de Campeonato, Boston tuvo uno de los regresos más increíbles en la historia de las Grandes Ligas, para derrotar a los Yankees cuatro juegos a tres.
En la Serie Mundial, los Medias Rojas se enfrentaron al poderoso equipo de los Cardenales de St. Louis, pero como envueltos en magia, pudieron barrerlos en 4 juegos.
Manny Ramírez fue nombrado el más valioso de la Serie, mientras que jugadores como Johnny Damon, Jason Varitek y David Ortiz, fueron piezas clave en la novena dirigida por Terry Francona.