Durante un partido de béisbol, se le marca “passed ball” al catcher cuando este no puede controlar o quedarse con la pelota luego de un lanzamiento legal del pitcher que, con un esfuerzo normal, podría haber mantenido bajo control y que, como resultado de esa falta de control, el bateador o corredor avanza.
Al corredor que avanza a la siguiente base como resultado de un passed ball no se le acredita robo, a menos que haya arrancado antes del lanzamiento del pitcher.
El passed ball también se puede marcar cuando un corredor avanza a la siguiente base producto de una mala atrapada del catcher, o cuando el bateador en turno alcanza la primera base debido a que el catcher no atrapa o controla un lanzamiento de tercer strike.