(24 de septiembre) En un día como hoy pero de 1988, durante los Juegos Olímpicos de Seúl, el velocista canadiense Ben Johnson, gana la prueba de los 100 metros planos, con un tiempo de 9 segundos y 79 centésimas, adjudicándose la medalla de oro.
Además de establecer marca mundial, Johnson derrotó en esa final a su acérrimo rival, el estadounidense Carl Lewis, y a otro favorito, el británico Lindford Christie. “Lo importante fue vencer a Carl, era mi principal objetivo, no el récord mundial”, declararía el canadiense después de la carrera.
En un hecho que cambió el curso de la historia del atletismo, Johnson fue despojado de la medalla de oro tres días después, al dar positivo por uso de esteroides.
Aunque el atleta de origen jamaiquino negó los hechos -afirmó sólo haber tomado un té medicinal-, sus explicaciones fueron rechazadas, y la medalla de oro fue otorgada al segundo lugar, Carl Lewis.