1.- Lobos BUAP fue un rival incómodo, que supo aguantar las pocas llegadas esmeraldas, y que por momentos le complicó la existencia a la zaga leonesa en la recta final del partido. El marcador es un fiel reflejo de lo que pasó en la cancha de la manada: fue un encuentro parejo, en el que la contundencia, el buen momento y el mejor futbol de los Panzas Verdes terminaron por imponerse.
2.- Es una pena que Ángel Mena no pudiera seguir con su inercia goleadora, y que por ende, no consiguiera ligar un partido más anotando. El ecuatoriano encontró problemas en la parcela derecha, y tuvo que jugar un papel de sacrificio, jalando marca y enfocándose más en surtir balones.
3.- La delantera poblana puso a prueba a la defensiva leonesa: Cota, que tuvo un par de pifias por arriba sin consecuencias, se empleó a fondo en un disparo de Lainez, evitando el gol canino. Los defensores verdiblancos vivieron momentos de desorganización hacia el final del encuentro, y pasaron apuraciones innecesarias. Aún así, se colgó el cero y eso merece aplausos.
4.- ¿No se supone que la Liga MX regula a los sonidos locales de cada estadio? ¿Es necesario martirizar a los asistentes al estadio de la BUAP -y a los televidentes- con ese aullido de lobo cada dos o tres minutos? Debe ser enervante jugar mientras ese molesto ruido fastidia los oídos más de 90 minutos. Tache para el comisario del partido.
5.- Los siete triunfos al hilo hacen histórico a este León. Pero de muy poco servirán si el equipo de Ambriz se cae o no consigue nada más allá de la simple calificación a la liguilla. Viene la parte más importante del torneo, en la que, además de mantenerse en el mismo nivel, se pueda llegar a la “fiesta grande” con una etiqueta de verdadero contendiente por el título.
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