Por Luis Miguel Guerrero

1.- Con la irregularidad como característica principal, el León de Nicolás Larcamón se está convirtiendo en un equipo de contrastes muy marcados. El conjunto verdiblanco se ha tornado bipolar, y ya ni siquiera es un equipo de medios tiempos. Contra Necaxa, volvimos a ver la peor cara de un cuadro que en algún momento perdió la inercia favorable que lo llevó a conquistar la Concachampions, y que -aunado a la baja de juego de varios de sus elementos- ha dejado de tener un estilo definido. Desesperado por no encontrarle la cuadratura al circulo, Larcamón juega constantemente con sus piezas, y cambia de un parado a otro en cada partido, sin que las cosas le resulten. Algunos rivales, con muy poco, y a fuerza de poner el autobús atrás, han descifrado como hacerle daño a La Fiera en su propia casa. A los Rayos por poquito le resulta, si no hubiera sido por un error defensivo que les costó el gol de la igualada.

2.- Por el lado necaxista, el arquero Raúl Gudiño tuvo una buena actuación, impulsada en parte por la desesperación leonesa frente al marco rival. El técnico interino Luis Alberto Padilla jugó a la lógica, e hizo un planteamiento ultra defensivo para complicarle la circulación del esférico a los Verdes. De tal forma, vimos pasar al Necaxa de una línea cinco atrás en el primer tiempo, a una doble línea de cuatro defendiendo en la parte complementaria, convirtiendo el último tercio de la cancha en un bastión impenetrable para los desesperados atacantes leoneses. Padilla terminó pagando caro su intento de cuidar la ventaja a toda costa, cuando el joven defensa Madrid -que al igual que Andrade habían ingresado para reforzar el trabajo atrás- terminó anotando en su propia meta.

3.- Mucho se habla de la línea de cinco, y de las dificultades que tiene el León a la hora de defenderse. Sin embargo, el verdadero problema a corregir está adelante, porque este equipo no tiene gol. Tanto Elías Hernández como Ángel Mena, quienes son los encargados de generar fútbol por los costados, han mostrado irregularidad en este certamen, y tal vez ya sería momento de que el técnico intentara con alguien más en estas posiciones. Aunque la pareja charrúa Viñas-López se vio bien ante América la semana pasada, en esta ocasión se vio desconectada, y ambos jugadores terminaron ahogados en esfuerzos individuales. Repetitivo y predecible, el ataque verdiblanco recurrió constantemente a disparos descompuestos y a ollazos al área rival. El principal pecado de los delanteros leoneses fue haber caído en la desesperación, misma que permite que el rival -y casi siempre su arquero- comience a agrandarse luego de cada fallo frente al marco.

4.- No solo los constantes cambios en el parado son los que están afectando al cuadro bajo leonés. La baja de juego de varios de sus defensores también está pesando. Es evidente que William Tesillo no pasa por un buen momento, y un descuido suyo en la marcación permitió el disparo de Cortez para el gol necaxista. Adonis Frías tiene actuaciones más discretas en comparación al torneo anterior, mientras que Stiven Barreiro luce por momentos precipitado, a veces más apurado por sumarse al frente que por defender con atingencia. Aunado a lo anterior, se viene un problema extra para La Fiera con la lesión de Iván Moreno, que podría estar o no recuperado, una vez que pase la fecha FIFA.

5.- Los relevos enviados por Larcamón en la segunda mitad, fueron quizás lo más rescatable del partido para el conjunto leonés. Borja Sánchez entró para darle otra dinámica al medio campo, mientras que Alfonso Alvarado fue una alternativa para la repetitiva ofensiva esmeralda. Sin embargo, aunque hubo una ligera mejoría, esta no fue suficiente para cambiar el rumbo del partido. Por otra parte, esperanzador fue el ingreso de Yael Uribe, un canterano que promete y al que se le podría sacar provecho por el costado derecho.

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