Por Luis Miguel Guerrero
Incapaz de poder abrir el ostión atlista, el León vio este miércoles como se diluyeron buena parte de sus posibilidades de entrar al Play-in.
Y aunque matemáticamente, La Fiera aún tiene posibilidades matemáticas de entrar a la “pre-fiesta”, la realidad nos dice que, a pesar del repunte en las últimas jornadas, muy poco tiene que hacer en esa instancia, y su ingreso solo serviría para maquillar una temporada que, a pesar del repunte con Berizzo, ha sido para el olvido.
Ya se ha dicho con anterioridad: la culpa no es de Eduardo Berizzo. El argentino llegó para encontrarse con un auténtico “cochinero” dejado por su predecesor -parecido al departamento de Fernando Gago- y desastres futbolísticos así no se arreglan de la noche a la mañana. Aunque el “Toto” ha hecho jugar mejor a su cuadro, las lesiones y los discretos fichajes lo tienen convertido en un equipo limitado.
Ante el Atlas, la propuesta esmeralda fue la misma que en los más recientes encuentros: orden en el medio campo y latigazos al frente buscando el contragolpe, aprovechando la velocidad de Mendoza, y las funciones de Cádiz como poste. Pero ante un equipo bien plantado atrás como el atlista, las intenciones verdiblancas literalmente se toparon con pared.
Haciéndole honor a su apellido, el técnico Beñat San José ha hecho verdaderos milagros con la plantilla rojinegra, teniendo al equipo del Paradero en zona de clasificación y convirtiéndolo -de manera muy similar a lo hecho por Berizzo con el León- en un equipo ordenado, poco espectacular, pero efectivo. Su línea de cuatro en el fondo, con Doria, Nervo, Reyes y Zaldívar, neutralizó los intentos de ataque de Cádiz y Mendoza, y borró del mapa a Diego Hernández. El medio campo atlista, con Rocha y Márquez, se trabó en un duelo parejero con su contraparte esmeralda por el dominio de la zona, y ahí radicó lo cerrado del encuentro. Adelante, el peligroso Murillo mantuvo siempre ocupado a Reyes, evitando cualquier intento de ataque leonés por el costado izquierdo.
Y así pues, enfrentándose a un cuadro con una propuesta similar, el León fue incapaz de ofrecer variantes y de intentar cosas diferentes. Steven Mendoza nuevamente se significó por ser de lo más destacado del cuadro verdiblanco. El colombiano, con base en su velocidad y fortaleza física, desequilibra a los rivales cuando se decide a contragolpear, y aunque generalmente falla en el último toque, es de los pocos en La Fiera que se atreve a hacer cosas distintas.
En la media, Guardado y Estrada tuvieron una noche aceptable, más ocupados en la recuperación que en generar al frente, mientras que de Luciano Cabral se sigue esperando algo más que solo destellos de buena técnica.
Aún así, y a pesar de todo lo anterior, los Verdes -evidenciando una mejora en lo físico, porque ahora fueron ellos los que terminaron encima del rival- tuvieron para ganar el partido en los últimos minutos, pero la mala puntería de Cabral y de Cádiz impidió que se consiguieran los tres puntos.
Fue un empate que le sabe a muy poco a Berizzo y a sus huestes, quienes ante Querétaro intentarán mantener la vela del Play-in encendida.
X: @luismideportes
