Por Luis Miguel Guerrero
Aunque el empate de este sábado dejó un sabor amargo en varios aficionados verdiblancos, y el León vió cortada su racha de victorias, el desempeño ante Toluca sirvió para demostrar que el equipo de Berizzo está para pelearle de tú a tú a los candidatos al título en este torneo, aún y cuando no ha encontrado su mejor versión.
Cierto es que los Verdes fueron un cuadro de dos tiempos, pero tampoco podemos olvidarnos del desgaste físico al que han sido sometidos los jugadores en las últimas dos semanas. Y la seguidilla de partidos que ha tenido este cuadro -en especial los dos intensos duelos de esta semana- pareció cobrarle factura a varios de sus elementos.
A diferencia de lo acontecido el miércoles pasado en Pachuca, La Fiera brindó una gran primera mitad, nulificando a un equipo que, aunque está en etapa de transición con su nuevo técnico, no deja de tener calidad.
Con una media cancha conformada por Echeverría, Estrada y Fonseca, los Verdes lucieron dominadores en los primeros cuarenta y cinco minutos, cediendo una aparente posesión de balón al adversario, pero siendo acertados en la recuperación para posteriormente elaborar contragolpes.
Los goles leoneses -ambos de excelente manufactura- son el ejemplo de la contundencia que tiene ahora este equipo. Adelante, tanto Cádiz como Mendoza lucieron gracias a un James Rodríguez que cada vez luce más compenetrado en el equipo.
Pero a un rival como Toluca no se le puede jugar bien solamente un tiempo.
Mohamed hizo las correcciones adecuadas y los Diablos salieron con otra actitud en la segunda mitad, metiéndose pronto al partido con el autogol de Echeverría provocado por el jovencito Isaías Violante. Pero no conformes con la anotación, los visitantes siguieron insistiendo aprovechando el descontrol de la zaga esmeralda, capitalizando el momento y emparejando los cartones.
Luego de sus anotaciones, los Escarlatas evidenciaron dos de las grandes fallas del conjunto esmeralda en estos seis partidos: su línea defensiva se desordena cuando es agobiada por el rival; y da la impresión de que Berizzo tarda demasiado en hacer los ajustes correctivos. Y tanto tarda Berizzo, que el costado derecho del León se convirtió en una avenida, en donde un solitario Ramirez fue superado por Violante y por Vega. Y aunque el ingreso de Guerra fue acertado, hubiera sido mejor verlo en el campo varios minutos antes.
Pifias de los arqueros permitieron una anotación más para cada equipo, y agregaron emoción a un duelo bien jugado, entre dos cuadros que quieren volver a ser animadores del certamen. Y si bien es cierto que La Fiera continúa invicta, los choques de esta semana ante dos rivales complicados como lo son Pachuca y Toluca, seguramente dejaron varias enseñanzas para cuerpo técnico y jugadores leoneses.
León es un cuadro que está en proceso de mejora, y la tranquilidad que ofrecen 16 puntos en seis partidos debe ser aprovechada para consolidarse.
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