(15 de octubre) En un día como hoy pero de 1988, el bateador emergente de los Dodgers de Los Ángeles, Kirk Gibson, se presenta lesionado en la caja de bateo y con una cuenta de 3-2-2 en la parte baja del noveno inning, le conecta un cuadrangular de dos carreras al cerrador estrella Dennis Eckersley, que le da el triunfo 5-4 al equipo angelino en el primer juego de la Serie Mundial de ese año, ante los Atléticos de Oakland.
El jonron de Gibson es considerado una de las jugadas más emocionantes en la historia de los Clásicos de Otoño, y uno de los mejores cuadrangulares de todos los tiempos.
Impulsados anímicamente por ese primer triunfo, los Dodgers vencieron cuatro juegos a uno a los favoritos Atléticos, conquistando su última Serie Mundial hasta la fecha.