NO TODO ES FUTBOL 13/10/19

LA TRAGEDIA ANGELINA – Esta semana, los Dodgers de Los Ángeles escribieron una las páginas más tristes y dolorosas de su historia, al ser eliminados de forma humillante en el quinto juego de la serie divisional por los Nacionales de Washington.

Los Nacionales aprovecharon la desconcentración de los Dodgers y las pifias desde el dugout, y a pesar de su condición de comodines, avanzaron de forma heroica a la Serie de Campeonato ante los Cardenales. La derrota que se dio el miércoles pasado en el inmueble de Chavez Ravine adquirió tintes trágicos, tomando en cuenta que los Esquivadores fueron el mejor equipo del Viejo Circuito en la campaña regular del 2019 y fueron vencidos por un equipo con bateo discreto y un bullpen bastante limitado. Traducido a términos de nuestro fútbol doméstico, la novena angelina la “cruzazuleó”.

Y es que pareciera que el club californiano arrastra una maldición que les ha impedido conquistar el Clásico de Otoño, el cual se les niega desde el lejano 1988. A pesar de que su dirigencia ha abierto la cartera desde hace varios años, y de que se han convertido en uno de los equipos más poderosos de Grandes Ligas en los últimos tiempos, los inquilinos del “Dodger Stadium” simplemente no pueden conseguir el objetivo final.

El fracaso de los Dodgers tiene nombre y apellido, y es Dave Roberts. El mánager angelino, que como jugador tuvo un discreto desempeño en los jardines con novenas como Medias Rojas Tigres y los propios Dodgers; llegó a hacerse cargo del equipo en 2016 tras la salida de Don Manttingly. Y si bien es cierto que bajo su mando la novena esquivadora ha presentado buenos números en las últimas campañas regulares; su terquedad, falta de buen tino, y sus movimientos arriesgados e ilógicos en momentos importantes, han dado al traste con el destino del equipo en las más recientes postemporadas.

Aunado a lo anterior, habrá que señalar que lanzadores estrellas como Clayton Kershaw, Zack Greinke o Yu Darvish (en años pasados), se han achicado en octubre. Todo el esplendor de estas figuras se ha apagado en la lomita a la hora buena, ayudando muy poco a la causa angelina y convirtiendo sus elevados salarios en dinero tirado a la basura.

Los Dodgers necesitan un cambio radical, y requieren un mánager que vaya acorde a la inversión que realiza el equipo, y que pueda conducirlo a la conquista de la Serie Mundial. Con Roberts al timón, los Esquivadores difícilmente saldrán triunfantes en octubre.

Twitter @luismiguelgp

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