Por Luis Miguel Guerrero
No mejora La Fiera, y su ingreso a la liguilla se da en medio de la incertidumbre, brindando además un futbol muy pobre. Y mientras equipos como Monterrey consiguen inspiración con juegos como el de ayer, el equipo esmeralda luce cada vez más desangelado.
La tibieza mostrada por el León en los últimos partidos volvió a darse, y permitió que Rayados consiguiera un triunfo contundente, con un “Tecatito” Corona brillante, y con dos soberbios golazos.
El primer tiempo fue un reflejo de lo que han sido los últimos partidos para el León. Las dudas en la zaga esmeralda persistieron, y eso quedó comprobado en el inicio de encuentro. Luego de conseguir la anotación, los delanteros regios llegaban una y otra vez -en especial por el costado izquierdo- superando constantemente a un cuadro bajo leonés mal parado.
Pero los problemas verdiblancos no se limitaron a su parte baja. Adelante, el equipo de Berizzo, que ofende basado más en las capacidades individuales de sus atacantes que en una estrategia definida, volvió a lucir chato. Sin la presencia de un centro delantero al inicio, los Verdes pisan el área rival pero muestran un mundo de dificultades para disparar al arco contrario. Y un equipo que realiza su primer tiro a puerta hasta el minuto 65, a muy poco puede aspirar.
Los males leoneses no solo pasan por lo colectivo, también se dan en lo individual. James Rodríguez ha dejado de ser importante desde hace varios partidos, viéndose el internacional colombiano incómodo, malhumorado y poco participativo, y limitando sus intervenciones a largos trazos que casi siempre quedan lejos del receptor. Esta frustración de Rodríguez quedó de manifiesto en su imprudente e inesperada expulsión. Muy poco que agregar al respecto.
Berizzo intentó en la parte complementaria con los ingresos de Cádiz y Guerra, pero muy poco pasó. Entraron también Moreno y Cisneros, pero dio lo mismo. El ataque del León se limita a balonazos desorganizados, y que casi nunca encuentran un rematador bien posicionado.
Y así, inoperante y anímicamente fallecido, el León finalizó la campaña regular muriendo de nada, y dejando muchas dudas sobre lo que viene en la liguilla.
Berizzo tiene varios días para levantar el espíritu de sus jugadores. Y solo eso, porque en lo futbolístico, ya muy poco se puede levantar.
X @luismideportes
