Por Luis Miguel Guerrero
El León está desahuciado desde hace varios partidos, pero nadie le ha avisado a Eduardo Berizzo. Y para muestra de tal condición, basta con ver la penosa actuación de los Verdes la noche de este viernes en el “Benito Juárez”.
Si bien es cierto que La Fiera tuvo enfrente a un equipo compacto y bien trabajado, la exhibición leonesa en tierras norteñas ha sido una de las más deslucidas en la etapa de Berizzo al frente del club.
Juárez, sin ser una maravilla de conjunto, hizo lo necesario para dominar el partido de principio a fin. Las diferencias entre ambas escuadras son evidentes: mientras que el León partido a partido oferta lo mismo, el equipo juarense -aún sin tener una plantilla poderosa- cuenta con un técnico que ha sabido sacar provecho de las características de sus elementos, y que ofrece una propuesta futbolística práctica y agradable, sin querer “descubrir el hilo negro”.
En un intento por revertir los recientes malos resultados, Berizzo decidió moverle al once inicial incluyendo a Gauthier, Moreno y Rodríguez. Pero algo pasa con este plantel, que pareciera ha dejado de creer en su entrenador. Y es que sin importar quién esté en la cancha, el resultado sigue siendo idéntico: Un equipo al que la presión del rival termina por echarlo atrás, y al que le cuesta trabajo concluir sus escasas jugadas al frente.
Para colmo de males, la dura cancha juarense y el intenso viento complicaron las cosas, y a los jugadores esmeraldas les costó trabajo adaptarse a la rígida superficie.
Salvo un par de tibios intentos de contragolpe, hay muy poco que contar del ataque leonés. Aunque James jugó suelto, tratando de orquestar la media, e incluso estuvo cerca de anotar en una jugada a balón parado, este tuvo poca conexión con Rodríguez y Diaz al frente, luciendo ambos delanteros muy aislados a la hora de atacar.
El gran mal esmeralda no está adelante ni atrás: este radica en su medio campo y en los constantes desajustes ordenados desde el banquillo. Lo única continuidad en esa zona del campo es la presencia de la dupla Fonseca-Echeverría, pero ambos jugadores también han caído en la mediocridad del resto del equipo, y su aporte se da a cuentagotas. En consecuencia, a la media verdiblanca no solo se le dificulta generar al ataque, también le cuesta un mundo de trabajo controlar el esférico, y ante la presión del rival, generalmente opta por los pelotazos al frente.
Y así, ante tal inoperancia, el partido se inclinó hacia un solo lado, con la escuadra juarense explotando constantemente los costados, y generando frecuentes y peligrosas aproximaciones sobre la meta de García.
Las declaraciones del técnico al final del partido hablan de una terquedad innecesaria: “mi idea siempre ha sido lo mejor para León y lo mantengo, pero la decisión tiene que ver con pensar bien y reflexionar en estos momentos, así que no voy a hablar de una decisión tan importante”. El León de Berizzo ha fracasado, y la permanencia del argentino parece ser solo cuestión de tiempo.
Los Verdes fueron superados por el rival, y la derrota no solo ha encendido las alarmas por los malos resultados, ha avivado el descontento de una afición cansada del aparente abandono de la gente de Grupo Pachuca.
X: @luismideportes
