Por Luis Miguel Guerrero
1.- León dio un importante paso en su búsqueda por trascender en el plano internacional, y con autoridad dio cuenta de los Tigres en la vuelta de la semifinal de la Concacaf. Ciertamente no fue “el partido más importante en la historia del equipo”, como algunos comentaristas insistían en catalogar a este encuentro -últimamente está muy barato el concepto de “importancia”-, pero sí era una inmejorable oportunidad para seguir buscando el objetivo ya señalado. Tigres, envuelto como siempre en esa soberbia que solo da el dinero, se topó con el auténtico León de Larcamón: un equipo “con el cuchillo entre los dientes”, que aprieta en toda la cancha y que juega con el corazón, dejando el “juego bonito” para otras circunstancias. Los dos golpes tempraneros dados por La Fiera fueron letales para las aspiraciones del conjunto de Siboldi. Dueño de la situación, el León nulificó a la desesperada delantera visitante, y solo vivió algunos momentos de apremio luego de la anotación de Fulgencio. La Fiera jugó este encuentro tal y como se debe jugar en estas instancias -con concentración, orden y contundencia-, y está a un paso de conseguir el ansiado título internacional. Y aunque enfrente tendrá a un complicado rival, hay que recordar que, a final de cuentas, el LAFC es solo un equipo de la MLS -no hablamos de alguna escuadra de Italia, Inglaterra o Alemania-, y se le puede ganar. Todo dependerá de la planeación y la mentalidad con la que se llegue a este compromiso.
2.- De poco le sirvió a Robert Dante Siboldi haber guardado a su cuadro estelar para este cotejo. la tempranera lesión de Gorriarán fue un golpe doloroso en los planes felinos. La responsabilidad del medio campo recayó en Sebastián Córdova, quien tuvo poca conexión adelante con un gris Gignac y un acelerado Quiñones. Atrás, Samir y y Lichnovsky batallaron para detener los constantes embates, viéndose obligado Siboldi a colocar a Pizarro como tercer central. Y aunque el ingreso de Fulgencio en la segunda mitad fue fructífero gracias al gol conseguido, Tigres basó sus esperanzas más en intentos desorganizados y en marrullerías, que en buen futbol. El equipo norteño finalizó el partido tratando de volcarse -con poca claridad- sobre la meta de Cota, pero sus esfuerzos fueron en vano.
3.- Los goles tempraneros de Ambriz y Mena fueron importantísimos en el desarrollo del encuentro. El joven leonés, con un señor golazo, abrió la puerta para que el León sometiera a la visita y fue un golpe anímico para Nahuel Guzmán, que en esta ocasión no tuvo la oportunidad de “crecerse” con sus acostumbradas intervenciones bajo los tres palos. Además de su valiosa anotación, Fidel nuevamente fue un elemento importante en la media cancha, haciendo una pareja de alto nivel con Lucas Romero. Por otro lado, Ángel Mena dio destellos de su real capacidad, y por momentos nos hizo recordar al Mena goleador que destacó a su llegada con La Fiera. Incisivo por el costado, filtrando balones y atreviéndose a pisar el área rival, el ecuatoriano con su gol golpeó anímicamente a la visita. Si Mena es capaz de mantener este nivel en la liguilla y en la final contra Los Ángeles, podemos estar seguros de que habrá más goles para los Verdes.
4-. Larcamón se lleva las palmas por su atrevimiento para enfrentar a Tigres. El estratega argentino decidió afrontar el compromiso con William Tesillo y Byron Castillo en las laterales, y estos -mostrando un gran nivel y capacidad física- no quedaron a deber. En la segunda mitad, y ante el empate parcial en el marcador global, el técnico esmeralda echó toda la carne al asador, y los ingresos de Moreno, Di Yorio, Campbell y Rubio, ayudaron a que el equipo contara con piernas frescas al frente, manteniendo ocupado al cuadro bajo rival. Gracias a la visión de su técnico, el conjunto esmeralda afrontó el compromiso justo como tenía que hacerlo, sorprendiendo y maniatando a unos sobrados Tigres, que simplemente no tuvieron la capacidad para superar al motivado León.
5.- La actitud de Nahuel Guzmán es a todas luces criticable. Provocador, pero sobre todo mal perdedor, el cancerbero argentino ensució el partido desde muy temprano, provocando a la tribuna leonesa, y encarándola de forma burlona tras la anotación de su equipo. La agresión contra su persona por parte de algún pseudo aficionado es a todas luces crticable, pero igual lo son sus acciones al término del encuentro, provocando a los jugadores leoneses -en especial a Rodoldo Cota- e increpando a la gente de Concacaf. Es una pena que un arquero con sus cualidades muestre siempre una conducta sumamente antideportiva en la derrota, en medio de la total impunidad.
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