Por Luis Miguel Guerrero
1.-El diluvio que azotó a la ciudad de León antes del encuentro, auguraba lo peor. Y es que para los aficionados de la vieja guardia -como un servidor- el fantasma de aquella triste final ante Cobras pasada por agua, en 1988, siempre asalta nuestra memoria en ocasiones como esta. Tradicionalmente, las fuertes lluvias suelen complicarle la existencia a un equipo que trata bien la pelota, como La Fiera. Sin embargo, esta vez la historia fue otra. Aunque el técnico Guillermo Almada se justificó diciendo que “nos complicó un poco la cancha que no estamos habituados”, lo único cierto es que ningún equipo está acostumbrado a jugar en condiciones extremas por la lluvia. El mérito del cuadro de Larcamón fue haber mostrado resiliencia, y haberse asentado mejor sobre el terreno de juego, tras un breve dominio hidalguense. Los Verdes fueron contundentes, y aprovecharon cabalmente las facilidades otorgadas por un visitante parchado y plagado de novatos. De paso, quedó claro que el actual León no depende de uno o dos atacantes, y que cualquier elemento puede anotar (tres de los cuatro goles fueron obra de dos defensores y un medio). Con verticalidad y jugando por los costados, como le gusta a Larcamón, y con Elías, Mena y Dávila bastante participativos, La Fiera borró el mal sabor de boca dejado ante Chivas, la semana pasada.
2.- Para enfrentar a los Verdes, Almada echó mano de lo que tiene por ahora. Ante un equipo endeble como Mazatlán, los Tuzos tuvieron un aceptable desempeño la semana pasada. Pero ante un escuadra más competitiva como el León, la juventud hidalguense batalló para sobrevivir. El medio campo del Pachuca, integrado por los jovencitos Luna, Hernández y Montiel, fue incapaz de controlar su sector del campo. Para colmo de males, la lesión de Luna vino a complicar el accionar de la escuadra visitante. Sabedor del daño que la presión alta y la marcación personal afecta al León, el técnico uruguayo contempló ambos recursos en su estrategia. Y le funcionó durante escasos 10 minutos, cuando los Tuzos dominaron el encuentro, justo al arranque de este. Sin embargo, las condiciones de la cancha y el doble desgaste físico que implicó ejecutar dicha estretegia en estas condiciones, acabaron con las aspiraciones defensivas de pachuqueños. Cabral y Barreto no pudieron evitar los remates leoneses en su área, y la zaga visitante terminó haciendo agua en la primera mitad. Adelante, la intermitencia de Di Yorio y la mala puntería de Roberto de la Rosa, impidieron cualquier reacción visitante.
3.- Jesús Angulo tuvo su mejor actuación desde que se enfundó la casaca esmeralda. El ex chiva mostró movilidad en el medio campo y estuvo participativo en las oportunidades al ataque, viendo coronada su buena disposición con un gol. No menos importante fue la actuación de Iván Rodríguez en la mitad de la cancha, aprovechando las ausencias de Romero y Ambriz en el cuadro titular. En general, el medio campo leonés cumplió, lució asentado y supo sacar provecho del estado del terreno de juego y de la novatez de su contraparte hidalguense.
4.- La contundencia es importantísima en cualquier equipo, y desgraciadamente en el León va y viene. La derrota ante Chivas se cimentó en la falta de contundencia de los delanteros leoneses, y ante Pachuca esta fue característica fundamental. Se debe resaltar el hecho de que Iván Rodriguez, Stiven Barreiro y Jesús Angulo se hayan hecho presentes en el marco rival, aún sin ser delanteros. Y también hay que mencionar que los goles de los dos primeros hayan caido por remates de cabeza en el área enemiga. Los relevos enviados a la cancha en la segunda parte también cumplieron, y el gol de último minuto de Brian Rubio es prueba de ello.
5.- La zaga leonesa tuvo una aceptable actuación, siendo capaz de nulificar a Lucas Di Yorio; y aunque batalló con Roberto de la Rosa, tuvo su dosis de suerte gracias a la mala puntería del delantero tuzo. La tripleta Barreiro-Frías-Tesillo luce cada vez más sólida, y está siendo bien complementada en los costados por Iván Moreno y el veterano Elías Hernández. Parece ser que los errores mostrados ante Chivas dejaron enseñanza, y el cuadro bajo leonés, al menos por ahora, pinta para ser uno de los más solventes de la liga.
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