Por Luis Miguel Guerrero
El símbolo de los Juegos Olímpicos son 5 aros entrelazados, de color azul, amarillo, rojo, verde, y negro, en un fondo blanco. La idea fue concebida por el Barón Pierre de Coubertin -cofundador de los Juegos Olímpicos- en 1912. Sin embargo, durante décadas se ha tenido un concepto equivocado sobre el significado de éste.
Aunque la Carta Olímpica menciona que cada anillo representa a cada uno de los 5 continentes del mundo, no se hace mención a que individualmente representen a un continente en específico. Durante años, de manera generalizada y errónea se ha dicho que el anillo azul representa a Europa, el rojo a América, el negro a África, el verde a Oceanía, y el amarillo a Asia. Sin embargo, esta idea tiene poco que ver con el concepto original de Coubertin.
En la edición de Agosto de 1912 de la publicación Olympique, Coubertin afirma: “… los seis colores (incluyendo el fondo blanco de la bandera) combinados reproducen los colores de todas las naciones, sin excepción. El azul y amarillo de Suecia, el azul y blanco de Grecia, los tres colores de Francia, Inglaterra y América (sic), Alemania, Bélgica, Italia, Hungría, el amarillo y rojo de España, junto a las novedades de Brasil o Australia, con el viejo Japón y la nueva China. Aquí está un verdadero símbolo internacional.”.
La afirmación anterior es clara: Si bien es cierto que los anillos representan a los 5 continentes, sus colores (y el fondo blanco) en realidad representan a todas las banderas del mundo.