Por Luis Miguel Guerrero
1.- León por fin ligó dos triunfos y esa es una gran noticia. El panorama, que hasta hace dos semanas era gris, se ha aclarado con el par de victorias en menos de ocho días. Lo hemos dicho: sin ser espectacular pero con el objetivo bien claro, poco a poco el conjunto leonés comienza a asimilar la idea que el técnico Nicolás Larcamón pretende. Eso se nota en la cancha y ya comienza a rendir frutos. Ante Puebla, La Fiera no tuvo una noche fácil, ya que se topó enfrente con un adversario incómodo y bien plantado. Y aunque el León, tratando de jugar como a su entrenador le gusta, dominó el encuentro a partir del minuto 20, la superioridad no la pudo reflejar en el marcador, hasta que vino la genialidad de Di Yorio en la segunda mitad. La anotación de Bellón vino a coronar un buen desempeño en lo general, y ayudó para reflejar en los cartones lo que realmente sucedió en el terreno de juego. Los aficionados esmeraldas respiran tranquilos, porque los Verdes de Larcamón comienzan a mostrar en la cancha el espíritu combativo y la vocación ofensiva que intenta plasmar el estratega argentino. Aún no se alcanza el rendimiento óptimo, pero parece que se está en vías de alcanzarlo.
2.- Puebla no fue un rival sencillo. El técnico Eduardo Arce vino a hacerle partido a su ex maestro, y como suele pasar en estas situaciones, los dos conjuntos terminaron trabados en buena parte del encuentro. La zaga camotera, con Silva, Gularte y Jaques, fue un verdadero obstáculo para los intentos leoneses generados por Mena y Moreno. En el medio campo, Mancuello y De Buen también le complicaron el trámite a sus rivales de zona. Lo más flojito de los poblanos fue su ataque, en donde ni Barragán ni Ferrareis fueron capaces de inquietar a los defensivos leoneses. Indudablemente, la figura poblana fue el arquero paraguayo, Antony Silva. Con sus acertadas intervenciones, el guaraní evitó un marcador más abultado en contra, y salvó a La Franja de una goleada en tierras leonesas.
3.- Víctor Dávila volvió a tener una gran noche, y se está consolidando como la figura de la escuadra leonesa. El chileno es ya un referente de La Fiera, y con su movilidad y tesón, es un constante peligro para las defensivas rivales. Actuando como enganche y sumándose constantemente al frente, Dávila ha aceptado con gusto la responsabilidad de comandar el ataque leonés. En un encuentro tan cerrado por momentos, en donde ni Yairo Moreno ni Ángel Mena estuvieron cómodos, Víctor destacó. Ante Puebla, la buena labor del chileno no se ha visto reflejada con anotaciones, pero sí con una gran clase y un importante sacrificio para el buen funcionamiento colectivo.
4.- Hacía mucho tiempo que Rodolfo Cota, y en general el cuadro bajo leonés no tenían una noche tan tranquila. Frías y Barreiro comienzan a mostrar entendimiento en la central, mientras que en las laterales, Osvaldo Rodríguez parece retomar su nivel e Iván Moreno sigue teniendo el sello de verdadero refuerzo. Cierto es que la delantera poblana no significó un verdadero peligro para los leoneses, pero son precisamente este tipo de encuentros en donde se puede aprovechar para corregir errores y ganar sincronía. Y en el arco, con solo tres remates poblanos en todo el partido, Cota tuvo el partido más calmado en mucho tiempo.
5.- Hay jugadores leoneses que también merecen ser mencionados, gracias a su buena actuación. Lucas Romero se ha convertido en el hombre importante del medio campo leonés, y sus buenas hechuras han provocado que su compañero de zona, Iván Rodríguez, muestre mejoría y mayor seguridad. Teniendo al lado un defensa de la categoría de Adonis Frías, Stiven Barreiro también se nota cómodo en la central verdiblanca, y parece no extrañar a Tesillo. Y mención especial merece Paul Bellón, quien ingresó al 73’ con la encomienda de reforzar el cuadro bajo, pero que se encontró con un gol que vino a darle tranquilidad al equipo leonés.
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