1.- Esta Fiera es histórica. Las diez victorias al hilo -que empatan la marca de Cruz Azul- ponen al actual conjunto esmeralda en otro nivel. Cierto, de nada sirven si no se consigue el campeonato -de este equipo ya no se espera menos-, pero hay que darle a este logro su justo reconocimiento. Grandes equipos que han existido en la historia del futbol mexicano (el Guadalajara de los sesenta, el América de los ochenta, el Necaxa de los noventa, el Toluca del inicio de siglo) no pudieron empatar esta marca. Así de importante es lo logrado por los verdes, y por lo tanto, debemos aplaudirles.
2.- El primer tiempo del León ante Necaxa es excelso. Fácil y rápido, los verdiblancos se pusieron arriba en el marcador, obtuvieron una ventaja cómoda, y maniataron a un equipo competitivo y complicado. En esos primeros cuarenta y cinco minutos, vimos la mejor cara de la escuadra esmeralda.
3.- Fernando Navarro, Luis Montes, Joel Campbell, y Jean Meneses siguen en plan grande. Los cuatro funcionan como una máquina aceitada, y hacen que el ataque esmeralda sea vertical, preciso y en ocasiones fulminante. Mena y Macías, que en otros episodios han sido los héroes, ante los Rayos cumplieron simplemente a secas. Aplausos para Rubens Sambueza, que entra para hacer lo que sabe, congelar la pelota y desesperar al rival.
4.- La segunda mitad ofrecida por los verdes deja ciertas interrogantes. Es el rostro del León que no queremos ver: el de un equipo descompuesto por momentos, que se confía en exceso, y que deja crecer al rival. Necaxa, con un hombre menos y con más enjundia que buen futbol, logró acercarse en el marcador, y le puso emoción a la recta final del encuentro. Los leoneses se complican la existencia de forma innecesaria, y eso debe haber preocupado a Ambriz.
5.- La afición leonesa extraña tener un villano -de esos que existían durante la larga estancia en el Ascenso, como Olsina o Maz- y Brian Fernández es un buen candidato para el puesto. El argentino, que consigue el gol para la causa necaxista, se metió fuerte con la tribuna, y puso la dosis de intensidad en los últimos minutos del partido. El abucheo del respetable al goleador hidrocálido y el duelo de este con Sambueza, manifiestan una naciente rivalidad.