Por Luis Miguel Guerrero
Contra todo pronóstico, sorprendiendo a propios y extraños, y luego de varios torneos para el olvido, el León finalmente amaneció este lunes como líder solitario del certamen, tras vencer a domicilio al San Luis.
El momento debe ser disfrutado por parte de sus aficionados, pero no se puede dejar de lado el análisis. Aún lejos de alcanzar su techo y con ciertas inconsistencias en sus actuaciones, al cuadro esmeralda le ha bastado con mostrar contundencia en los momentos clave, y contar además con cierta dosis de suerte. Pero aunque los números dicen otra cosa, la escuadra de Berizzo no termina de convencer todavía a muchos de sus seguidores.
Para el duelo ante los potosinos, el “Toto” sorprendió al incluir a Andrés Guardado en el once titular. Está claro que el técnico argentino sigue moviendo piezas debido al exceso de partidos, y tal vez con la intención de todavía encontrar a su cuadro ideal; pero también tendrá que entender que el “Principito” no está -y tal vez ya no lo esté más- para iniciar los partidos. Guardado, quien claramente acusa la falta de pretemporada y el venir de una lesión seria, aportó muy poco en el medio campo leonés -muy al contrario del encuentro anterior, en donde ingresó como relevo y se hizo notar-.
Esta situación, y a sabiendas de que James en muy poco contribuye en la recuperación, ocasionó que la media verdiblanca luciera desbalanceada tras el primer gol, con poca posesión del esférico, y con Fonseca y Echeverría tratando de multiplicarse para cubrir esa zona.
Sería agradable ver que el León no tenga siempre que replegarse tras tomar la ventaja en el marcador. Sabemos que ese es el estilo de su técnico, pero ayer ante San Luis, y luego del gol de Mendoza, no había necesidad. Echado atrás y con un medio campo funcionando a medias, La Fiera le cedió la iniciativa a un rival que poco a poco tomó confianza y se envalentonó, hasta conseguir el empate.
Sumado a lo anterior, la zaga esmeralda, que tuvo las adiciones de Moreno e Isaís en las laterales, lució por momentos desconcertada ante el agobio local, cometiendo un error grosero en la marcación que permitió la anotación potosina. Afortunadamente para la causa leonesa, Alfonso Blanco, quien sigue siendo el villano favorito de muchos aficionados, se volvió a erigir como figura, evitando en más de una ocasión que cayera el gol del empate.
En el aspecto positivo, es imposible dejar de seguir destacando el aporte de James Rodríguez en este equipo. Puede estar desaparecido en buena parte del partido, pero bastan un par de buenos servicios del colombiano para inclinar la balanza en favor del León. Así de importante es su presencia. Adelante, Mendoza y Cádiz mantienen preocupados a los rivales, y si uno no aparece, el otro está para hacerse presente frente al marco contrario. Por cierto, sería bueno que Cádiz dejará de reclamar con los brazos a sus compañeros cada que no le sirven a modo. Son ademanes que en nada contribuyen.
La Fiera sigue invicta en el torneo, y tendrá su prueba máxima este miércoles, cuando visite al América. Ahora sí, vamos a ver para que está hecho el cuadro de Berizzo.
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