Por Luis Miguel Guerrero

1.- A pesar de todas las vicisitudes, y de la irregularidad mostrada durante todo el torneo, a La Fiera le alcanzó para meterse a la siguiente fase, ahora llamada pomposamente “play-in”. Ante Juárez, el León de Larcamón mostró la misma vocación ofensiva -y por momentos los mismos errores atrás- que ante Puebla, con la diferencia de que enfrente tuvo a un equipo desangelado y derrotado anímicamente antes de iniciar el encuentro.
El gran mérito del bipolar León fue tener capacidad de reacción luego del gol juarense, y de haber mantenido la calma para conseguir la remontada, manejando de manera satisfactoria el encuentro en la segunda parte del mismo. La buena noticia es que la escuadra esmeralda poco a poco comienza a recuperar a sus hombres lesionados, y esto por lo pronto le ha permitido afinar su ataque. Si el León es capaz de mostrar la misma actitud ante San Luis, puliendo al mismo tiempo sus fallas en la defensiva, las posibilidades de darle un susto a los Tuneros y de seguir avanzando en la postemporada, son amplias.

2.- Sabedor de las falencias esmeraldas, el técnico Diego Mejía intentó replicar lo hecho por Atlas y Pumas en sus recientes visitas al Estadio León, amontonando gente atrás y jugando al contragolpe. De inicio, la línea juarense de cuatro en el fondo, con García y Mosquera por el centro, y Rodríguez y Cruz por los costados, parecía ser suficiente para aguantar los embates leoneses. La excelente jugada de contragolpe, originada en un error de Iván Moreno afuera del área visitante, y bien culminada por el español García ante la precipitada salida de Cota, auguraba un juego complicado para los de casa. Sin embargo, Juárez fue incapaz de sostener su propuesta, y muy pronto Javier Salas y Denzell García perdieron control del medio campo. Adelante, la visita ofreció muy poco, con Michael Santos gravitando entre los centrales leoneses, y con poca conexión con Pérez y Aitor García. Inofensivo y sometido por La Fiera, Juárez vivió sus últimos momentos en el torneo cayendo víctima de la desesperación y la indisciplina de algunos de sus elementos.

3.- Se ha dicho antes, y se vuelve a afirmar: el León es otro con Federico Viñas en la cancha. La virtud del uruguayo es su combatividad, y el pelear cada balón. Aunado a ello, su capacidad goleadora es innegable, y las seis anotaciones conseguidas en el torneo -a pesar de las lesiones- avalan lo anterior. Viñas empieza a formar una sociedad interesante con López y Mena, y comienza a aprovechar los pases que desde el costado genera Moreno. Aparentemente, el sudamericano ha podido sobrellevar su grave lesión en el hombro, y su presencia como titular aumenta considerablemente las posibilidades de que el conjunto verdiblanco pueda seguir avanzando en la postemporada. Así de importante es en el esquema leonés.

4.- La defensiva verdiblanca sigue generando dudas, y el gol conseguido por la visita acrecentó los temores de los seguidores leoneses. Aunque William Tesillo muestra cierta mejoría en la central, la marcación de los defensores esmeraldas sigue siendo deficiente. Por disposición táctica, los zagueros esmeraldas suelen sumarse al ataque, dejando grandes huecos atrás que facilitan el contragolpe de los rivales. El cuadro bajo leonés ha recibido seis goles en los últimos dos partidos, evidenciando que hay mucho por corregir. Aunado a ello, Rodolfo Cota -generalmente confiable- ha dado muestras de nerviosismo, ejecutando salidas precipitadas que se han traducido en goles en contra. Larcamón requiere con urgencia pulir detalles en su cuadro bajo, tomando en cuenta que Atlético de San Luis basa mucho de su poder ofensivo en los contraataques.

5.- Volvimos ver juntos a Fidel Ambriz y a Iván Rodríguez haciendo pareja en el medio campo leonés. Los dos jovenes parecen haber dejado su mal momento atrás, y muestran entendimiento a la hora de recuperar y enlazar al frente. De igual forma, la participación de Borja Sánchez por el costado izquierdo rindió frutos con el primer gol del español en la liga mexicana. Aunque Ángel Mena está lejos del nivel que alguna vez llegó a mostrar con el equipo esmeralda, cumplió con una labor aceptable, combinándose por el costado derecho con Iván Moreno.

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Por Luis Miguel Guerrero

1.- “Salvando al soldado Paiva”. Así podríamos nombrar al partido de La Fiera ante Juárez, con un Lucas Di Yorio que con su gol -a base de riñones y aprovechando el error de Salcedo- ayudó para prolongar la estadía del técnico Renato Paiva en México, y contribuyó a alargar un proyecto que parece no tener mucho futuro. Di Yorio no solo le salva la chamba al portugués, también le da el triunfo a un León que muy poco había mostrado durante todo el encuentro. Pero a pesar de la victoria, la sensación que deja la escuadra leonesa es la misma: la de ser un equipo chato, que genera poco futbol al frente, y cuyo nivel apenas si le alcanza para jugarle en forma cerrada al número doce de la tabla. Y la opinión general es que lo enseñado ante Juárez de muy poco le va a servir a los Verdes en la próxima jornada, cuando visiten a Tigres en el “Volcán”. Por lo pronto, Renato Paiva puede respirar tranquilo por algunos días, tratando de encontrar la manera de afianzarse en un puesto que ya no luce tan seguro.

2.- Haciendo la enésima modificación del torneo, Paiva incluyó a Victor Dávila, Yairo Moreno y Joel Campbell en su once inicial, intentando repetir la dinámica mostrada en el segundo tiempo ante Necaxa, el fin de semana pasado. Y ciertamente, estos elementos se esforzaron en marcar diferencia ante un visitante ordenado y precavido en el fondo. Pero todo quedó en buenas intenciones. Aunque sus jugadores corren e intentan, el León carece de profundidad, le cuesta un mundo generar llegadas, y las pocas que se tienen terminan desperdiciadas frente al marco rival. Dávila, con una actitud muy negativa, termina haciéndose expulsar de tonta manera, mientras que Campbell finalizó perdido en un costado de la cancha, realizando labores que no le favorecen. Ni siquiera Yairo Moreno, que fue de lo más rescatable por su fuelle e incursiones desde el medio campo, tuvo una noche totalmente redonda.

3.- Lucas Di Yorio merece mención honorífica, porque él, en base a su tenacidad y olfato goleador, consigue la solitaria anotación que le da el triunfo los Verdes. Pero más allá del gol, y a pesar de la sequía goleadora que vivió durante varias jornadas, Di Yorio ha sido de lo más rescatable para La Fiera en esta “época de vacas flacas”. El argentino suma ya seis dianas en la temporada, y se alza hasta el momento como el fichaje más importante del club esmeralda, por encima incluso de Byron Castillo. Queda claro que si el León pasara por un mejor momento, y si tuviera una idea más clara en su sistema ofensivo, Di Yorio tendría en su cuenta más anotaciones, y estaría en boca de todos en el futbol mexicano.

4.- Aunque no fue muy exigida por el modesto ataque juarense, la zaga esmeralda -integrada en esta ocasión por Barreiro y Bellón como centrales- tuvo un desempeño aceptable. Stiven Barreiro, con ganas de abandonar la banca, mostró su oficio como central, y dejó en claro que, a pesar de las criticas, su nivel está muy por arriba del mostrado por el francés Célestine. Y con su presencia, Paul Bellón se confirmó como la otra contratación importante del torneo para los Verdes, luego de que ante Necaxa se le extrañara debido a su suspensión. Con los laterales más “amarrados” y dedicados a labores defensivas, el cuadro bajo leonés no pasó tantas apuraciones como en encuentros anteriores, y pudo colgar finalmente su segundo “cero” del torneo.

5.- El asunto de las tarjetas amarillas y rojas se está convirtiendo en un punto de alerta para la escuadra verdiblanca. Ante Juárez, el León sumó tres cartones ámbar y uno rojo, confirmándose como uno de los cuadros más indisciplinados del torneo, con 31 tarjetas de amonestación y 6 de expulsión. La enorme cantidad de cartones no habla sino de la falta de liderazgo y mano dura por porte del entrenador, y eso está perjudicando al conjunto verdiblanco, que últimamente no termina los encuentros con once elementos. Y para muestra de esa falta de liderazgo, basta con observar la absurda expulsión de Dávila. Muy poco que agregar.

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