NOS QUEDAMOS SIN BÉISBOL – Desafortunadamente, la cancelación de la temporada 2020 de la Liga Mexicana de Béisbol era un auténtico “strike cantado”. Y es que el constante aumento de nuevos casos de contagiados y decesos por COVID-19 en nuestro país, oscurecía el panorama para el béisbol nacional desde hace algunas semanas.
“Se me hace una decisión totalmente alineada a lo que vemos que está ocurriendo con esta pandemia, la premisa número uno que tenemos como Liga es justamente que nada puede estar por encima de la salud”, señaló el presidente de la Liga, Horacio de la Vega, tras el anuncio de la cancelación.
Para los dirigentes beisboleros, era impensable realizar una campaña sin público en las tribunas. Una liga que no tiene los reflectores, los contratos televisivos, los patrocinadores, ni la capacidad económica de la liga de fútbol; depende en muy buena parte de las entradas y de lo que los fanáticos consumen en los graderíos. Y al no estar presente el aficionado en el estadio, la liga no puede subsistir. Así de fácil.
Con esta cancelación, las pérdidas para la LMB serán millonarias, y los empleos de cientos de personas se verán afectados. Tan solo a nivel local, y a decir del presidente de los Bravos de León, Mauricio Martínez, la novena guanajuatense perderá más de 15 millones de pesos este año. Échele lápiz y multiplique esa cantidad por 16 (equipos), para darnos cuenta de la gravedad del asunto.
Este momento de crisis deberá servir para que la dirigencia de la liga y sus miembros trabajen de cara al 2021. Lo coherente sería preparar un plan de acción (publicidad, contratos de televisión, etc.) que posibilite la reanudación del béisbol aún sin gente en la tribuna.
Se requieren acciones que permitan volver a tener béisbol la próxima temporada, a pesar de la presencia de un virus del que nadie sabe cuándo se erradicará.
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