LA WWE PONE LA MUESTRA – En esta época de pandemia, en la que el coronavirus ha infectado también al mundo deportivo profesional, el espectáculo de la Lucha Libre ha sabido adaptarse a las circunstancias, y ha puesto la muestra regresando a la actividad antes que ningún otro deporte.
Aprovechando su capacidad económica, la World Wrestling Entertainment (WWE), empresa luchística valuada en 5,701 millones de dólares, pronto ideó la forma de continuar en operaciones durante la contingencia global, y tomando las medidas preventivas y sanitarias correspondientes, decidió ofrecer sus espectáculos solo por televisión y a puerta cerrada. De tal forma, los aficionados a la Lucha Libre pudieron ver con toda normalidad en sus hogares los eventos de WrestleMania 36 (4 y 5 de abril) y Money in the Bank (10 de mayo), gracias a la buena planeación de esta compañía.
De igual manera, los programas semanales RAW, SmackDown y NXT continúan siendo grabados sin público, y son transmitidos de forma habitual. Estas emisiones le generan a la empresa unos 550 millones de dólares, gracias a los contratos que tiene con NBC, Fox y otras compañías.
Y si bien es cierto que las pérdidas por concepto de entradas a las funciones pueden alcanzar los 200 millones de dólares; y que además se ha tenido que despedir a varios luchadores y productores, la resiliencia de la empresa de Vince McMahon ha evitado un descalabro económico mayor.
El modelo operativo de la WWE durante la pandemia ha sido copiado no solo por la Ultimate Fighthing Championship (UFC) -que también ya realiza funciones a puerta cerrada-, sino también por otras empresas luchísticas. Seguramente, más compañías relacionadas con el deporte profesional pronto adoptarán esta forma de trabajo. Todo indica que la pandemia “va para largo”, y la industria deportiva ya no puede esperar.
Son los tiempos del coronavirus, en donde para muchas empresas, adaptarse es la única opción para evitar la desaparición.
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