Por Luis Miguel Guerrero
1.- El León es finalista, y a diferencia del conjunto que llegó a la misma instancia hace un año y medio, este es un equipo maduro, que ha aprendido que no siempre se puede jugar “bonito”; que no depende de un solo jugador para anotar; y que sabe ser práctico en pos de obtener el resultado. Tras obtener la tempranera ventaja en el juego de vuelta, el equipo esmeralda se dedicó a controlar las acciones ante un rival desesperado y desordenado, que ni siquiera tuvo la capacidad para generar contragolpes que preocuparan al cuadro bajo leonés. La forma de ganar del cuadro de Ambriz puede gustar o no, pero el objetivo se consigue, a final de cuentas.
2.- Ignacio Ambriz merece crédito por su planteamiento, e iniciar con dos contenciones y con Campbell al frente -en lugar de Gigliotti- fue un gran acierto en lo táctico. Rodríguez complementó la labor de Aquino en la recuperación, mientras que el tico -que fue el mejor hombre en el juego de ida- responde anotando el gol de la victoria. Nacho sabía que Vucetich y las Chivas saldrían a jugarse el todo por el todo con Macías y Vega al frente, por lo que su decisión de jugar con más mediocampistas al final fue la correcta, pues esa zona del campo siempre le perteneció al León.
3.- Indudablemente, Joel Campbell es el hombre de la serie ante Guadalajara. El tico, que parece despertar y llegar en buen momento al compromiso más importante, fue el hombre que marcó diferencia y desequilibró al rival. Desborda, jala marca y cubre de manera prodigiosa el balón. Por si fuera poco, Campbell se sacude el estigma de ser un mal definidor ante el marco contrario, y anota el gol que le asegura el pase a los Verdes a la final. Ya sea de titular o de relevo, está claro que el costarricense será una pieza fundamental para los leoneses en los 180 minutos que le restan al torneo.
4.- Ya con la victoria asegurada, el tan mencionado error de Cota en el partido de ida quedó como una mera anécdota, que seguramente le habrá servido de experiencia. En la vuelta, y sin ser realmente exigido, Rodolfo lució sobrio bajo los tres palos leoneses, y la seguridad que le transmite a sus compañeros del cuadro bajo resulta importante. La zaga esmeralda también se comportó a la altura, y la dupla Mosquera-Barreiro parece lucir mejor en cada partido. William Tesillo en la lateral también mostró solvencia, y le ganó en casi todas las oportunidad a Antuna, su rival por el costado.
5.- En la parte negativa, queda la impresión de que varios elementos leoneses abusan y terminan dando un toque de más, lo que da lugar a perder balones en el medio campo e incluso en zona baja. Tesillo, Rodríguez y hasta el mismo Montes perdieron en más de una ocasión el esférico. Este tipo de detalles deben pulirse de cara a una final, porque ante una delantera efectiva, esos errores podrían traducirse en goles en contra. El exceso de confianza es malo, y este puede representar la diferencia entre conseguir o no un campeonato.
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